Monday, December 04, 2006,5:05 PM
Rumbo a Chile para celebrar mi jubielo sacerdotal 25 años

RUMBO A CHILE A CELEBRAR MI JUBILEO SACERDOTAL
(25 AÑOS).

“Que lindo es ver por los montes los pasos
del Mensajero que anuncia la paz, que trae
la Buena Noticia” ( Is. 52, 7)


Estas fueron las palabras que estaban en el recordatorio de mi Ordenación Sacerdotal y Primera Santa Misa ( 19 y 20 de Diciembre de 1981).

Grande y Santa contradicción; algunos rezaban para celebrar mi Jubileo en Chile y otros rezaban para que fuese en Angola, Dios, como es justo, permitió que fuese junto a mi familia, amigos, coterráneos.
Con mi familia elaboramos, vía e-mail el programa, estoy cierto que ellos han trabajado mucho más que yo. En verdad les debo mucho! Santifícalos Padre Santo!
Conseguir los pasajes, una aventura africana; mil contactos, mil vueltas, mil espera, mucha paciencia…por fim con Raptim desde Roma y con la Hna. Reyna en Angola y el Pe. Ernesto en Lubango, lo obtuve. Con Altino y Joaquim teníamos programado viajar por tierra con nuestro Toyota, Land Cruiser, pero, como solo supe el Viernes 24 en la tarde que podía viajar el 26 para Chile, decidí viajar de avión de Lubango a Luanda, esa tarde los tres, Lubango arriba y Lubango abajo para comprar un pasaje, a ultima hora encontré uno y por cierto, la compañía mas cara… paciencia… luego ir a casa e preparar el equipaje, concluir un trabajo informatizado para el Señor Arzobispo, cenar, habíamos preparado alguna comida mejor; estaba en la mesa: Altino, Joaquim, Leonardo, Adriano y yo, dar algunas instrucciones, ellos me ayudan en muchas cosas: en el Hogar, con el vehículo, en la Parroquia..etc… ir a cama… El sábado, entregar en el Obispado al Sr. Arzobispo el trabajo, pedir su bendición y salir para el aeropuerto; pequeño y con mucha confusión y gritos, llegó un amigo suizo que quería conversar conmigo, una corta reunión, y, vamos despidiéndonos de los 4 jóvenes y del amigo suizo, sala de embarque, subida al avión, buen viaje de 50 minutos, en Luanda me esperaba el chofer de un buen primo del Sr. Arzobispo, me trasladó al aeropuerto internacional, este traslado duro una hora, por calles llenas de agua, barro, estrechas, atestadas de vehículos, mil maniobras, Luanda es así e tal vez peor, en el aeropuerto internacional, compré mi pasaje que, estaba reservado, por cierto después de esperar casi tres horas…y el joven chofer me trajo a este Hogar de la Conferencia Episcopal de Angola – desde aquí escribo – luego vendrá la buna Hna. Reyna para entregarme el pasaje electrónico de Rio – Santiago – Rio, cenar y dormir.
 
posted by padre luis
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